SEP deja a los padres la tarea de reprobar.
Inician las clases, los maestros se despiden de las viejas boletas y los papás decidirán ahora si sus hijos reprueban. A partir de este ciclo más de 27 millones 600 mil estudiantes de preescolar, primaria y secundaria serán calificados con letras y números en las nuevas cartillas de evaluación. Además, los alumnos de primero, segundo, tercero y sexto grado serán aprobados de manera obligatoria, siempre y cuando los padres de familia decidan lo contrario y los maestros se sujetarán a la decisión que tomen los papás. El Acuerdo 648, publicado el pasado viernes en el Diario Oficial de la Federación (DOF), establece las normas generales para la evaluación, acreditación, promoción y certificación en la educación básica, donde la Secretaría de Educación Pública (SEP) estipula que emitirá un certificado único de estudios que avala la formación de los 12 años de educación básica hasta que los alumnos concluyan la secundaria y la evaluación anual quedará asentada en cuatro cuartillas para calificar el desempeño de los estudiantes. La primera evaluará los tres grados de preescolar; la segunda, los tres primeros grados de primaria; la tercera evaluará cuarto, quinto y sexto, y la cuarta los tres años de secundaria. Además, los maestros tendrán prohibido reprobar a los alumnos de primero, segundo, tercero y sexto grados de primaria, dejando esa responsabilidad a los padres de familia que así lo decidan mediante su firma en la cartilla de evaluación de su hijo. En lugar de que el profesor determine si el niño tiene las habilidades y competencias para aprobar esos grados académicos, ahora los papás serán quienes decidirán si sus hijos deben repetir el grado escolar o ser promovidos al siguiente, aún con deficiencias académicas, como no saber leer o sumar. Con la implementación de las cartillas, más de un millón 200 mil profesores de educación básica tendrán que diagnosticar el desempeño de sus alumnos estableciendo letras y números en las seis asignaturas de preescolar, en las seis de primaria, al igual que en las nueve materias de secundaria. Además de fijar calificaciones numéricas del cinco al 10, los docentes también usarán las letras A, B, C y D para señalar si el desempeño del alumno es destacado, satisfactorio, suficiente o insuficiente, respectivamente, en cada una de las asignaturas. Tal como lo estableció el Acuerdo 592, publicado en el DOF el 19 de agosto de 2011, las entidades deben consolidar la articulación de la Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB) con la aplicación de las cartillas de evaluación trianuales y un solo certificado que se emitirá al concluir la secundaria. El nivel de desempeño A tiene una equivalencia numérica a un 10 de calificación; el nivel B, a nueve u ocho; el C, a siete o seis; mientras que el D es equivalente a un cinco de calificación. La nueva cartilla de evaluación incluye en su parte trasera —a partir de segundo grado de primaria— una sección donde el maestro anotará sus observaciones sobre competencia lectora del alumno, que comprenden velocidad, comprensión y fluidez.
Periódico “Excélsior”.
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